Actualmente hay en España 3,5 millones más de ciclistas cotidianos que en 2009. Además, uno de cada cuatro españoles usa la bici al menos una vez por semana, cinco puntos más que hace ocho años. Estas son algunas de las conclusiones del Barómetro de la Bicicleta 2017, elaborado bianualmente por la Red de Ciudades por la Bicicleta, que reúne a 550 municipios de toda España, en colaboración con la DGT. Aunque los españoles pedaleamos más —casi nueve de cada diez sabe hacerlo (88,9%) y en las grandes urbes gana peso la bici en los desplazamientos cotidianos (54,2%)— ir en bici nos sigue pareciendo peligroso (23,3%). Sobre todo en las capitales.
No importa que la estadística diga que es más arriesgado ir en coche que en bici (1,3 accidentes por cada 100.000 recorridos sobre cuatro ruedas frente a 0,9 en bicicleta). “Combatir esa percepción de peligro mediante la creación de vías separadas y seguras ha de ser una prioridad de las políticas públicas para fomentar el uso de la bici”, recomiendan desde la red. Los pedaleantes también prefieren eludir compartir calzada con los vehículos: el 55,9% considera que los conductores no les respeta. (Ojo, que casi el 50% de los encuestados en ciudades opina que los ciclistas no respetan a los peatones).
A pesar de que la percepción de peligro es una respuesta reiterada entre los usuarios de la bici, en Madrid, ciertos ciclistas y algunas representantes políticas se oponen totalmente a toda infraestructura segregada. Lo hacen porque defienden la “convivencia” entre coches y bicis.
La mayor parte de la sociedad (85%) ve en la bicicleta una buena estrategia para reducir la contaminación y nueve de cada diez piensa que las administraciones públicas deberían fomentar mucho (51%) o bastante (41%) su uso. En general, el barómetro dice que España es más ciclista. Ahora hace falta comprobarlo y salir a pedalear.