El Bicing, el servicio público de bicicletas de Barcelona, estará operativo las 24 horas todos los días del año. Esta es la principal exigencia que el equipo de gobierno de Ada Colau ha fijado en las bases del concurso para gestionar este servicio desde marzo de 2018 hasta 2028. Además, la empresa que se haga cargo de las bicicletas públicas deberá asumir la plantilla de 150 trabajadores que actualmente tiene Bicing.
En 2007 aparecieron, por primera vez en Barcelona, las bicicletas públicas gestionadas por la empresa Clear Chanel, que asumió la concesión desde entonces y hasta marzo de 2017. El pasado mes, el Gobierno de BComú le prorrogó el contrato un año más. Ayer, el Consistorio marcó las bases que deberá cumplir la empresa que quiera gestionarlo a partir de 2018.
Entre las novedades que exige el Gobierno municipal está que los anclajes de todas las estaciones estén preparados para colocar indistintamente bicicletas eléctricas y mecánicas.
Actualmente, el servicio de bicicleta pública se presta de lunes a jueves de 5.00 a 2.00, el viernes de 5.00 a 3.00 y los sábados, domingos y festivos las 24 horas. A partir de marzo de 2018, el servicio será ininterrumpido. Además, el Consistorios exige que la empresa desarrolle una aplicación móvil que permita realizar una reserva anticipada de una bicicleta cinco minutos antes de su uso.
La sociedad a la que adjudiquen el servicio debe equipar las estaciones para que se pueda acceder a las bicicletas de varias formas. Una, mediante una tarjeta de abonados, como hasta ahora, pero con la posibilidad de que ésta esté integrada en el futuro abono de transporte bautizado como T-Mobilitat. Pero el Consistorio también quiere que se pueda hacer uso del Bicingaproximando el teléfono inteligente a un lector y, por último, mediante una aplicación móvil.
El número de bicicletas mecánicas en funcionamiento será de 6.000, las mismas que hasta ahora, y 1.000 eléctricas —actualmente hay 300—. El pliegue de condiciones abre la puerta a la ampliación del número de bicicletas a 8.000, con la opción de variar la proporción entre las mecánicas y eléctricas. El número de estaciones pasará de 470 a 519 y desaparecerán todas aquellas que ahora se encuentran en el subsuelo.
El nuevo servicio tendrá un coste anual de 18,8 millones de euros, más IVA. Además, el Consistorio abre la posibilidad de que haya usuarios que paguen un abono reducido sólo por el número de servicios efectuados, aunque vetado para los turistas.